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3 de abril de 2010

Diosas madres

Es una diosa que sirve como deidad de fertilidad general. En algunas culturas además es representada como la Madre Tierra, siendo la generosa personificación de la Tierra. Como tal, no todas las diosas pueden considerarse manifestaciones de la diosa madre.
Esta diosa es representada en las tradiciones occidentales de muchas formas, de las imágenes talladas en piedra de Cibeles a la Dione (‘Diosa’) invocada en Dódona, junto con Zeus, hasta finales de la época clásica. Entre los himnos homéricos (siglos VII-VI a. C.) hay uno dedicado a la diosa madre llamado «Himno a Gea, Madre de Todo». Los sumerios escribieron muchos poemas eróticos sobre su diosa madre Ninhursaga.
Controversia
La deidades que encajan con la moderna concepción de «diosas madre» han sido claramente adoradas en muchas sociedades hasta la actualidad. James Frazer (autor de La rama dorada) y aquellos a quienes influyó (como Robert Graves y Marija Gimbutas) avanzaron la teoría de que todo el culto en Europa y el Egeo que incluyó cualquier tipo de diosa madre tenía su origen en los matriarcados neolíticos preindoeuropeos, y que sus diferentes diosas eran equivalentes.
Aunque el «tipo» ha tenido buena aceptación como categoría útil para la mitografía, la idea de que en la antigüedad se creyera que todas estas diosas eran intercambiables no ha sido continuada por los investigadores modernos, notablemente por Peter Ucko.
Figuras paleolíticas
Se han hallado diversas figuras pequeñas y, a menudo, corpulentas, en el transcurso de excavaciones arqueológicas del Paleolítico Superior, siendo quizás la más famosa la Venus de Willendorf
Muchos arqueólogos creen que su intención era representar diosas, aunque otros creen que pudieron haber servido a algún otro fin. Estas figuritas son anteriores en varios miles de años a los registros disponibles de diosas detallados a continuación como ejemplos, por lo que aunque parecen pertenecer al mismo tipo genérico, no está claro si de hecho eran representaciones de una diosa o de si hubo alguna continuidad religiosa que las relacionase con las deidades de Oriente Medio y la Antigüedad clásica.
Ejemplos de diosas madre
Muchas culturas antiguas adoraron deidades femeninas como parte de sus panteones que encajan con la concepción moderna de «diosa madre». Las siguientes son ejemplos:

Diosas sumerias, mesopotámicas y griegas
Tiamat en la mitología sumeria, Ishtar (Inanna) y Ninsuna en la caldea, Asera en Canaán, Astarté en Siria y Afrodita en Grecia, por ejemplo.


Diosas celtas
La diosa irlandesa Anann, a veces conocida como Dana, tiene un impacto como diosa madre, a juzgar por el Dá Chích Anann cerca de Killarney (Condado de Kerry). La literatura irlandesa nombra a la última y más favorecida generación de dioses como ‘el pueblo de Danu’ (Tuatha de Dannan).



Diosas nórdicas
los pueblos germánicos probablemente fue adorada una diosa en la religión de la Edad del Bronce Nórdica, que más tarde fue conocida como Nerthus en la mitología germana, y que posiblemente persistiese en el culto a Freyja de la mitología nórdica. Su equivalente en Escandinavia era la deidad masculina Njörðr.


Diosas griegas
En las culturas del Egeo, Anatolia y el antiguo Oriente Próximo, una diosa madre fue venerada con las formas de Cibeles (adorada en Roma como Magna Mater, la ‘Gran Madre’), de Gea y de Rea.


Las diosas olímpicas de la Grecia clásica tenían muchos personajes con atributos de diosa madre, incluyendo a Hera y Deméter. La diosa minoica representada en sellos y otros restos, a la que los griegos llamaban Potnia Theron, ‘Señora de las Bestias’, muchos de cuyos atributos fueron luego absorbidos también por Artemisa, parece haber sido un tipo de diosa madre, pues en algunas representaciones amamanta a los animales que sostienen. La arcaica diosa local adorada en Éfeso, cuya estatua de culto se adornaba con collares y fajas de los que colgaban protuberancias redondas, más tarde identificada por los helenos con Artemisa, fue probablemente también una diosa madre.
La fiesta de Anna Perenna de los griegos y romanos en el Año Nuevo, sobre el 15 de marzo, cerca del equinoccio vernal, puede haber sido una fiesta de la diosa madre. Dado que el Sol era considerado fuente de vida y alimento, esta fiesta también se asimilaba con la Diosa Madre.

Diosas romanas
El equivalente de Afrodita en la mitología romana, Venus, fue finalmente adoptada como figura de diosa madre. Era considerada la madre del pueblo romano, por ser la de su ancestro, Eneas, y antepasado de todos los subsiguientes gobernantes romanos. En la época de Julio César se le apodaba Venus Genetrix (‘madre Venus’).


Magna Dea es la expresión latina para ‘Gran Diosa’, y puede aludir a cualquier diosa principal adorada durante la República o el Imperio romanos. El título Magna Dea podía aplicarse a una diosa a la cabeza de un panteón, como Juno o Minerva, o a una diosa adorada monoteísticamente.

Conceptos de diosas madre en el hinduismo
La diosa Durga es considerada como la diosa madre suprema por algunos hindúes. En el contexto hinduista, el culto a la diosa madre puede seguirse hasta los orígenes de la cultura védica, y quizá más allá. El Rig Vedá llama al poder divino femenino Mahimata,5 un término que significa literalmente ‘madre tierra’. En algunos lugares, la literatura védica alude a ella como Viraj, la madre universal, como Áditi, la madre de los dioses, y como Ambhrini, la nacida del Océano Primordial. Durga representa el poder y la naturaleza protectora de la maternidad. Una encarnación de Durga es Kali, que nació de su frente durante la guerra (como medio para derrotar al enemigo de Durga, Mahishasura). Durga y sus encarnaciones son especialmente adoradas en Bengala.
Actualmente, Deví es considerada en múltiples formas, todas representando la fuerza creativa del mundo, como Maya y prakriti, la fuerza que galvaniza la raíz divina de la existencia en autoproyección como el cosmos. No es pues meramente la tierra, incluso aunque esta perspectiva sea cubierta por Párvati (la encarnación previa de Durga). Todas las diversas entidades femeninas hinduistas son consideradas como muchas facetas de la misma Divinidad femenina.

Shaktismo
En el shaktismo, una forma de hinduismo fuertemente relacionada con las filosofías hindúes del Vedānta, la Samkhya y el Tantra y definitivamente monista, aunque hay una rica tradición de Bhakti yoga relacionada con él, la energía femenina (Śakti) se considera la fuerza motriz tras todas las acciones y existencia del cosmos fenomenal del hinduismo. El propio cosmos es el Brahman, el concepto de la realidad inalterable, infinita, inmanente y trascendente que forma el Suelo Divino de todos los seres, el «alma del mundo». La potencialidad masculina es actualizada por el dinamismo femenino, personificado en diosas multitudinarias que termina reconciliadas en una.
El texto clave es el Devi Mahatmya, que combina las teologías védicas anteriores, las filosofías upanishádicas emergentes y las culturas tántricas en desarrollo en una exégesis laudatoria de religión shakti. Los demonios del ego, la ignorancia y el deseo atan el alma en una maya (también alternativamente etérea o personificada) y es la Madre Maya, la propia shakti, quien puede liberar al individuo atado. La Madre inmanente, Devi, está por esta razón concentrada en la intensidad, el amor y la concentración autodisolutoria en un esfuerzo por concentrar al shakta (como se llama a veces a un seguidor shakti) en la auténtica realidad subyacente al tiempo, el espacio y la causalidad, liberándole así del ciclo kármico.

Diosas madre túrquicas y siberianas
Umai, también conocida como Ymai o Mai, es la diosa madre de los túrquicos siberianos. Se la representa con sesenta trenzas doradas, que parecen rayos de sol. Se cree que una vez fue idéntica a la Ot de los mongoles.



Cristianismo
Algunos autores defienden que el culto a la diosa madre fue el origen del culto que los católicos y otras denominaciones del cristianismo dan a María. O en el caso de México en el que el culto a Tonanzin (la gran madrecita) se sincretizó al del culto mariano traído de España, en la imagen de la Virgen de Guadalupe.


Madre Tierra
La Madre Tierra y su equivalencia como Diosa madre es un tema que aparece en muchas mitologías. La Madre Tierra es la personificación de la Tierra, generalmente además descrita en varias culturas como una diosa fértil, que representa a la tierra fértil; siendo también descrita en algunas culturas como la madre de otras deidades, en la que se las ve como patronas de la maternidad. Generalmente se creía esto porque la tierra era vista como madre de toda la vida que crecía en ella.
Ejemplo de ello se encuentran en las culturas de América del Sur, en el que los pueblos indígenas andinos contemporáneos de las comunidades quechuas y aimaras, sostienen el culto a la gran deidad Pachamama; importante culto presente en Ecuador, Perú, Bolivia, el noroeste de Argentina, el norte de Chile y ciertas regiones de Colombia. 

El culto a Pachamama es masivo en las áreas rurales y pequeños pueblos y ciudades, encontrándose también entre los migrantes andinos a las ciudades medianas y grandes, incluso Buenos Aires y el sur de la Argentina. Otro ejemplo similar, lo encontramos en la cultura mapuche, a través de la Ñuke Mapu (‘Madre tierra’ en mapuche); aunque no es equivalente a una «deidad o diosa madre» propiamente tal, sino que es un concepto diferente y más amplio, es el «mundo Mapuche» en la cosmografía y la interacción del mapuche en él, dentro de las creencias religiosas mapuches.

11 de marzo de 2010

Historia del paganismo

Antes de entrar en materia conviene definir lo que significa: Provienen del latín "paganus" que era el término que designaba a una persona que residía en el campo o simplemente era campesino. Es una referencia a una época en que los cultos urbanos del imperio se establecían como religión oficial, dándole así un carácter de élite a la espiritualidad del imperio, mientras que las personas del campo continuaban con los viejos ritos. Los cristianos urbanos de Roma utilizaban este término de forma peyorativa haciendo alusión a las religiones de los campesinos, lo cual hizo que con el tiempo adquiriese un nuevo significado, es decir "hombre sin Dios", ya que de acuerdo al criterio cristiano de aquella época su religión era la única religión valedera.

Paleopaganismo

La raíz de lo que hoy día se llama paganismo es el paleopaganismo, el cual se inició en la edad de piedra como culto a los Vanir, deidades de origen nórdico asociadas con el chamanismo , con el tiempo este culto fue evolucionando en cultos a la fertilidad y culto a los dioses de la caza. A comienzos de la edad de bronce aparece la escritura y de esa forma comienzan a registrarse los eventos y costumbres religiosas. En la época de mayor esplendor de esta edad comienza la adoración al sol y con ella la construcción de monumentos megalíticos cuyo símbolo más representativo es el Stonehenge, hecho por tribus adoradoras del sol.

Los Celtas

Llegada la edad de hierro los pueblos celtas impusieron su autoridad y sus cultos se fundieron con los cultos de los pueblos sometidos que usaban el bronce, y como resultado aparecen las civilizaciones nórdicas con adoraciones de héroes divinizados (Wothan, Thunder, Sigfried) continua la adoración de dioses y diosas antiguos de la fertilidad y un sin número de personajes y deidades mágicas tales como elfos, gnomos, duendes, hadas, ninfas y Banshees que inspiraron montones de libros de historias y poesía. Es en esta época en que aparecen las runas aunque no fue sino hasta iniciada la edad media que estos tuvieron un gran apogeo.

La Ocupación Romana

A comienzos del siglo I A.C los romanos ocuparon gran parte de Europa y con ella introducen el culto a los dioses épicos post-griegos junto con toda su literatura; a pesar de su poder los romanos toleraron las religiones ya existentes en estas regiones, e incluso permitieron abrir templos de ellas en la propia Roma según se iban estableciendo en la metrópoli representantes de las diferentes regiones conquistadas.

El Cristianismo

La aparición de la religión cristiana ocurriría aproximadamente un siglo más tarde y con ella comenzaría su persecución por parte de las autoridades políticas y religiosos de la época. A medida que el imperio se hacía más débil y corrupto el cristianismo cobraba mayor influencia en este y pasa de ser una secta a una religión organizada, finalmente con el ascenso de Constantino al trono del imperio dicha religión se convierte en la oficial del imperio. Tras el reinado de Constantino, el emperador Juliano intenta restaurar el culto a las antiguas deidades y es asesinado por un devoto cristiano. Finalmente El Imperio romano se viene abajo y es invadido por una sucesión de pueblos de origen germano, los cuales, gracias a la astucia de los jerarcas cristianos, son convertidos a la religión cristiana, de esta forma se logra conservar el cristianismo como religión oficial en las regiones de Europa que antes pertenecían al imperio, mientras que las regiones limítrofes conservaban sus cultos nativos.
El caso de Britania es un caso particular digno de ser analizado aparte ya que esta región, al ser abandonada por las legiones de Roma a comienzos de la edad media, es invadida por los anglos y sajones, y estos en lugar de asimilarse a la cultura de los locales incluida su religión, decidieron conservar sus propias creencias. A pesar de su creencia popular, este fue uno de los periodos más oscuros de la historia británica. Se sabe a través de hallazgos arqueológicos que los sajones era una civilización organizada y que eran capaces de ejecutar trabajos artísticos excelentes, entre los cuales encontramos el famoso broche de Kingston, descubierto en Kent. Fechado en el siglo VII, consiste en un diseño concéntrico, con una cruz en relieve decorada con discos y botones, también en relieve. En él fueron bañados en oro, granate, vidrio azul y conchas marinas blancas. Ese broche es un verdadero ejemplo de artesanía sajona en prueba de la mentira proclamada por aquellos que denominan los periodos sajones y escandinavo de la historia de Inglaterra como una edad oscura.

Absorción del Paganismo

Se debe de denotar que la transición de las antiguas religiones paganas al cristianismo fue un proceso bastante largo y complicado que tardó varios siglos en completarse. En toda Europa particularmente en las areas rurales los paganos rehusaron aceptar el cambio aferrándose tenazmente a sus antiguas creencias. Percibiendo esto, los sacerdotes cristianos adaptaron estas creencias en sus dogmas religiosos y eficazmente las anularon por la absorción; ritos como el halloween e incluso la misma navidad tienen sus orígenes netamente paganos.
Para el final del siglo XI y después del XII las runas se convirtieron en un alfabeto místico usado para descubrir la vida de Jesús y sus discípulos. Un ejemplo clásico es la Cruz Ruthwel, encontrada en un cementerio de una Iglesia en Dumfries, con inscripciones rúnicas que cuentan la historia de la crucifixión mezcladas con símbolos paganos tales como pájaros y otros animales y flores silvestres. En el caso de las runas, estas fueron empleadas especialmente para los nombres de Jesús y los cuatro apóstoles: Mateo, Marco, Lucas y Juan. Eso demuestra la subsistencia de la práctica precristiana del uso de las runas para los nombres sagrados de los dioses. Las runas fueron encontradas en inscripciones hechas en el túmulo de un santo cristiano del siglo VII lo que demuestra que la fe en su poder mágico no diminuyó con la llegada de la nueva religión. Las oraciones cristianas frecuentemente usaron encantamientos paganos alterando a penas los nombres de los antiguos dioses paganos por aquellos santos y apóstoles. EL folclorista Alexander Carmichael (1832-1912) pasó su vida coleccionando oraciones gaélicas en uso en las tierras de la alta Escocia y en las Islas Hébridas. Muchas constituyen encantamientos paganos poco disfrazado para obtener buenas cosechas o para consagrar las semillas. Así como se invocaba a Jesús y los santos, esas oraciones también invocaban a Sta Brigida, que es una versión cristianizada de la diosa céltica de los fuegos sagrados y manantiales santos, Bridget. Ejemplos de tales oraciones pueden ser encontradas en los libros de Carmichael " The Sun Dances (Las danzas Solarers)" Floris Books...

La Quema de las brujas

También conocida como "The Burning Times" (nombre usado por muchas brujas modernas practicantes de neopaganismo o wicca) la era de la Inquisición representó el mayor periodo de decadencia para las creencias paganas que fueron perseguidas casi hasta el borde del exterminio. Durante esta época, muchas mujeres y hombres fueron perseguidos por las prácticas opuestas a la Iglesia, especialmente brujería. El Malleus Maleficarum fue una guía de cómo torturar brujas acusadas obligando a la confesión de cualquier cosa que estuviesen acusadas. Los resultados de todo el proceso fue la condena a las runas como símbolo de magia negra. En términos de la Edad Media, el conocimiento rúnico fue ámpliamente disipado. La palabra runa degeneró y pasó a significar cualquier palabra o símbolo mágico usado en encantamientos. Fue apenas en el fin del siglo XIX que las runas reaparecieron en la consciencia pública, resultado de investigaciones por ocultistas germánicos, tentados por revivir el paganismo teutónico y escandinavo. Ya en Islandia, la historia relata que sus gobernantes tuvieron que tomar una decisión amarga. Sobre la presión política de la Europa Cristiana y encarando la necesidad del comercio se declaró Islandia como un país oficialmente cristiano.
Tras el final de la inquisición y la legalización de la libertad de culto en la mayoría de los países el paganismo ha reaparecido y ha cobrado importancia durante las últimas décadas. Aunque con la mayoría de sus ritos y deidades olvidadas y varias deidades adquiridas de la cultura griega, prehispánica y oriental, las prácticas paganas han retomado importancia y han vuelto a aparecer en las últimas décadas del siglo XX y en el inicio del XXI.